martes, 3 de julio de 2007

Nuevos horizontes. Kaizen


El pasado lunes asistí a unas jornadas sobre Kaizen, organizadas por la Escuela de Negocios Caixanova.

El entorno, tanto en lo referente a asistentes, como ponentes era muy industrial, con una presencia muy importante del automóvil. Algo normal, si se tiene en cuenta que el organizador era el Cluster de Empresas de Automoción de Galicia.

Lo primero que me llamó la atención, es lo lejos que en principio parece estar un entorno fabril, comparado con el entorno de servicios TIC en el que me muevo habitualmente. Da la impresión, de que es un mundo más maduro, un entorno físico dónde las cosas se ven y se tocan.

Sin embargo, escuché con gusto las palabras del Sr. Masaaki Imai, qué más que experiencias prácticas o tangibles, nos dio una deliciosa charla acerca de la filosofía Kaizen.

Me gusto mucho el hecho de que se centrase, en lo que aporta valor. El valor se aporta en el Gemba, el taller, el lugar dónde suceden las cosas.

Su charla hablaba de cómo este el sitio en el que trabajar para conseguir la mejora, siempre pensando en como eliminar la "muda" (desperdicio), para conseguir mejorar los procesos.

Tras la charla me quedó claro como funciona, pero comencé a dar vueltas en cómo esto se podría adaptar a una organización que desarrolla y presta servicios TIC.

Al llegar a mi oficina, empecé a buscar el gemba. ¿dónde está?. Realmente dónde suceden las cosas, es en los puestos de los programadores, de los analistas, de los agentes del Service Desk, de los técnicos de sistemas, de los DBA's ....

Con todo esto de ITIL, COBIT, Gobierno IT, estamos trabajando en crear una capa de control, y de coordinación entre procesos, pero en ocasiones es preciso levantar la vista, y darse cuenta que no son fines, son medios para, dicho en términos Kaizen, eliminar muda en el gemba.

Una de las historias que más me gustó, es cuando comentaba que hacía él cuando llegaba a una planta. Se iba el gemba, siempre. Y una vez allí, la manera de identificar quien está agregando valor y quien no, es la verdad curiosa y sencilla. Los que mueven los dedos, son los que están aportando valor. Los que hablan, pasean, fuman, toman café no están agregando valor. Se que es otro entorno, pero no deja de ser aplicable.

En resumen, la jornada ha sido muy interesante, porque a veces abrir nuevos horizontes, y mirar en otros contextos ayuda a enriquecer la visión que puedes tener de cómo hacer las cosas.

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